Confinado 6 semanas, así nos cuenta Sergio Castro su experiencia desde su Home Studio intimando con el interface Audient iD14, el micro Lewitt LCT 240 Pro y los auriculares Ex-29 de Extreme Isolation.
No hay sustituto para un buen estudio con una buena acústica y un buen par de previos y convertidores, cuando se trata de grabar un instrumento acústico, electro-acústico o una voz.
La sala es parte del desarrollo timbral del instrumento. Punto!
Sin embargo, no se le puede secuestrar a un músico dentro los límites de su economía antes que la frustración se adueñe de su creatividad. No lo digo como ingeniero de grabación o productor que he sido durante décadas y menos lo digo como distribuidor de marcas, algunas que ni siquiera ya represento. Lo digo simple y sinceramente como músico. Un músico que durante semanas consecutivas se ha visto impedido de entrar en un estudio o en una sala de ensayos. Un músico que ha sufrido el aislamiento social y que ha tenido que reinventarse para no caer en la depresión.
Hubo que tomar una decisión.
Y ha sido entonces que he descubierto las bondades del interface Audient ID14 (o tarjeta de sonido, si preferís), con sus previos de innegable calidad – es que de verdad lo recomiendo – y la sorprendente capacidad dinámica del LCT240 Pro del que, honestamente, tenía serias dudas, dado su precio de micrófono dinámico. Ya lo sé, los de Lewitt saben lo que hacen y arrastran la tradición de la AKG Austríaca, pero aún así, nunca lo he recomendado y, siempre que me preguntan tiendo a saltarme al siguiente de la lista, el LCT440Pure.
Del ID14, ya me habían llegado rumores y una prueba ciega, hecha en el Reino Unido, en la que se comía a toda la competencia (de verdad), incluyendo aparatos con el doble o el triple de su precio. Se lo acabo de recomendar a una cantidad de amigos que, además de amigos son profesionales de respeto, como Paco Loco. El micrófono, me lo he llevado a casa porque lo había abierto para enseñar a un cliente y ahora tocaba venderlo como stock B… No! Ya no lo voy a vender!…
Me faltaban unos auriculares que no me engañaran en mis decisiones. Tengo unos carísimos de Hi-Fi, que no voy a nombrar, pero cuyos resultados, a la hora de trabajar, siempre me traen disgustos. Así que podía haber elegido unos Beyer DT100 que aun tenemos en oferta, pero he optado por llevarme a casa los EX29 de Extreme Isolation, esos que están haciendo las delicias de los fans de Telefunken.
De verdad. El confinamiento se me ha pasado volando. Es que no he parado de componer, producir, grabar, hacer vídeos. Me lo he pasado pipa y no me arrepiento de nada.
Sergio Castro
Mayo 2020