Estudio de Ibiza
Ibiza, España, (2016)
Diseñado por Joules Newell y construido por el equipo de Reflexion Arts, este estudio particular de grabación y producción de un famoso músico Alemán, está situado en el centro de la isla, no muy lejos de la ciudad de Eivissa. Se sitúa en un edificio construido a propósito, y se extiende por dos salas con un área de 70m2.
Está compuesto por una sala de control de 28m2 con luz natural y con sistema de monitores de alta resolución Reflexion Arts RA239 empotrados en la pared frontal de construcción maciza, acabada en madera de roble ahumado y dispuesta en forma de difusor, especialmente eficaz con las frecuencias típicas de las voces. Tanto la pared y el suelo (acabado con el mismo tipo de madera) es una de las superficies vivas en toda la sala que proporciona unas primeras reflexiones que contribuyen a mantener una sensación de mayor comodidad acústica pero sin comprometer el control acústico de los monitores. Por otra parte, las paredes laterales como la trasera de este estudio de grabación, son absorbentes, siendo esta última una enorme trampa de graves con un gran ancho de banda, capaz de operar hasta frecuencias muy bajas. Al otro lado nos encontramos con la sala de grabación de 25m2, dotada de nuevo de luz natural y con una acústica muy neutra. Entre las dos salas tiene un pasaje ancho que se presta como cabina de voces.
Los 22 ventanales que rodean el estudio, permite una iluminación natural difusa, aunque planteó otro reto para la construcción de la obra, donde fue necesario diseñar 88 piezas de cerco, cortarlas e instalarlas en una disposición típica de ventanales con cámara de aire entre acristalamientos laminados.
Estudio de Ibiza
Ibiza, España, (2016)
Diseñado por Joules Newell y construido por el equipo de Reflexion Arts, este estudio particular de grabación y producción de un famoso músico Alemán, está situado en el centro de la isla, no muy lejos de la ciudad de Eivissa. Se sitúa en un edificio construido a propósito, y se extiende por dos salas con un área de 70m2.
Está compuesto por una sala de control de 28m2 con luz natural y con sistema de monitores de alta resolución Reflexion Arts RA239 empotrados en la pared frontal de construcción maciza, acabada en madera de roble ahumado y dispuesta en forma de difusor, especialmente eficaz con las frecuencias típicas de las voces. Tanto la pared y el suelo (acabado con el mismo tipo de madera) es una de las superficies vivas en toda la sala que proporciona unas primeras reflexiones que contribuyen a mantener una sensación de mayor comodidad acústica pero sin comprometer el control acústico de los monitores. Por otra parte, las paredes laterales como la trasera de este estudio de grabación, son absorbentes, siendo esta última una enorme trampa de graves con un gran ancho de banda, capaz de operar hasta frecuencias muy bajas. Al otro lado nos encontramos con la sala de grabación de 25m2, dotada de nuevo de luz natural y con una acústica muy neutra. Entre las dos salas tiene un pasaje ancho que se presta como cabina de voces.
Los 22 ventanales que rodean el estudio, permite una iluminación natural difusa, aunque planteó otro reto para la construcción de la obra, donde fue necesario diseñar 88 piezas de cerco, cortarlas e instalarlas en una disposición típica de ventanales con cámara de aire entre acristalamientos laminados.